El diccionario de la Real Academia Española define
al intrusismo como: “Ejercicio de
actividades profesionales por persona no autorizada para ello.” (1). Originariamente, este término fue
empleado para describir el ejercicio ilegal e inapropiado de la medicina por
personas sin formación alguna en salud como lo eran curanderos, chamanes o
charlatanes (2). Con el paso de los
años, el conocimiento fue creciendo y diversificándose, surgieron nuevas
especialidades y subespecialidades en medicina y se crearon o se consolidaron diferentes
carreras de salud. En este nuevo contexto, el término intrusismo adquirió
nuevas acepciones, ya no solo serviría para calificar las acciones de los
curanderos, chamanes o charlatanes, el término también empezó a emplearse para
calificar la superposición de funciones entre los propios profesionales de la
salud.
Ahora bien, aunque
el intrusismo como concepto, como discurso o como práctica está perfectamente
interiorizado entre los profesionales de la salud, la mayoría de legislaciones no
emplean este término. En el Perú y en buena parte del continente, la ley define
el concepto de Ejercicio Ilegal de la Medicina y/o Ejercicio Ilegal de la
Profesional. En el primer caso, involucra la práctica del médico y de todos los
profesionales de la salud; mientras que, en el segundo caso, involucra la
práctica de cualquier profesional (profesionista en muchos países). En ambos
casos, la pena equivale a la prisión. En el caso específico de los
profesionales de la salud se aplica a cualquier persona que sin la formación
académica adecuada anuncia, emite diagnóstico, prescribe, administra o aplica
cualquier medio supuestamente destinado al cuidado de la salud, aunque obre de
modo gratuito (3).
¿A qué nivel es más frecuente el Ejercicio Ilegal de la Medicina?
El Ejercicio Ilegal
de la Medicina es un problema que afecta por igual a todos los profesionales de
la salud, tanto en la práctica intradisciplinaria como interdisciplinaria.
En la práctica
individual (intradisciplinaria) debemos hacer frente a cuanto individuo aparece
en los medios de comunicación para promover el uso de uno u otro tratamiento. El
herbolario que vende tratamientos en la calle y asegura la cura desde una gripe
hasta el cáncer, es para los médicos, lo que para los Nutricionistas/Nutriólogos
es el Coach, el trainer o la modelo que logró perder peso a costa de su propia
salud y vende sus resultados como la cura milagrosa para los problemas de peso
y otras situaciones clínicas asociadas. Todos los profesionales de la salud,
sin excepción alguna, hemos tenido que enfrentar a una figura como está en
algún momento de nuestra vida profesional. Este es un ejemplo dramático de lo
que significa el Ejercicio Ilegal de la Medicina, muy común hoy en día, fruto
de la explosión mediática asociada con el desarrollo del internet y las redes
sociales.
En la
práctica asociada con otros profesionales de la salud (interdisciplinaria) el
Ejercicio Ilegal de la Salud también es un problema vigente. No obstante, es
vigente para todos los profesionales de la salud no solo para los
Nutricionistas/Nutriólogos (dependiendo de la denominación del país). En buena
medida, la velocidad con la que el conocimiento viene creciendo es una de las
principales causas de que muchas profesiones de salud tengan una línea
limítrofe no tan definida como debería ser. Por ejemplo: hace unos años se desató una controversia en
España porque los gastroenterólogos no recurrían a anestesiólogos para llevar a
cabo endoscopias; en Perú, se desató un debate entre enfermeras y obstetrices
por el cuidado del embarazo; las diferencias entre psiquiátras y psicólogos, y
entre Nutricionistas/Nutriólogos con los demás profesionales de la salud.
¿Qué tan severo es el Ejercicio Ilegal de la Carrera de
Nutrición?
Bastante severo.
En Nutrición debemos enfrentar por igual tanto al coach o la modelo que sin
formación alguna en salud emiten tratamientos mágicos como a los otros
profesionales de la salud que por haber estudiado un curso de bioquímica o
alimentación por unos meses, se sienten con la suficiente preparación académica
como para establecer un tratamiento Nutricional a cuanto paciente cruce por
delante. ¿cuáles son las causas? A continuación, algunas ideas:
1. Existe una fuerte confusión en el uso de los términos Nutrición y Alimentación.
Cuando alguien habla de Nutrición
debe referirse exclusivamente al manejo de energía y nutrientes para diferentes
situaciones clínicas: aminoácidos (aromáticos, ramificados, asufrados, ácidos o
básicos) ácidos grasos (saturados, insaturados, cadena corta, larga, mediana,
cis, trans, esenciales, no esenciales, esteroles, terpenoides, etc); sacáridos
(azúcares, oligosacáridos, polisacáridos); micronutrientes (tipos, biodisponibilidad,
receptores), además de los no nutrientes alimentarios (fibra, pigmentos,
flavonoides) y todas las relaciones de interacción que se pueden presentar
entre todos estos componentes. Cuando alguien habla en términos alimentarios,
se referirá básicamente a recomendaciones sobre el consumo de grupos
alimentarios, comer carne o no, leche o no, frutas o verduras a diario, 8 vasos
de agua y otras tantas sugerencias parecidas.
2.
Para bien o para mal, los Nutricionistas/Nutriólogos
(dependiendo de la denominación del país) administramos información que cruza
transversalmente a prácticamente todas las otras especialidades de la salud. Sin importar donde ponga la mirada, usted encontrará un
concepto de Nutrición que puede serle útil para prevenir o mejorar una condición
clínica existente en un paciente sea esta patológica o no.
3.
Los alimentos son el principal vehículo de nuestras
intervenciones. Lo cual, para
pesar de los Nutricionistas/Nutriólogos, ha contribuido a rodear su trabajo de
un aura injustificada de banalidad, facilismo e ineficacia. Lamentablemente
“todos comemos”, lo cual de alguna manera hace que todos se sientan expertos en
alimentos; como cuando se ve un partido de fútbol, voleyball o tenis y como
espectadores nos convertimos en expertos connotados en la materia. Para la
mayoría de profesionales de la salud un pan, una taza de arroz, un camote o un
plátano, no son más que alimentos, no obstante, estos alimentos tienen el poder
de modificar significativamente la glicemia, dependiendo de la cantidad
consumida, el grado de cocción, el nivel de maduración o si se comen solo o
acompañados. Mención aparte para las fórmulas enterales, las mal llamadas
“leches”: muy pocos están convencidos que su uso prolijo es capaz de producir
la recuperación de un paciente en unos pocos días y, mucho menos, que su uso
inadecuado puede llevar a un paciente al estado crítico en cuestión de horas.
¿Qué podemos hacer los Nutricionistas/Nutriólogos?
Ø Deberíamos convencernos que el Ejercicio Ilegal de la
Nutrición no se combate solo con confrontación, ni haciendo procedimientos
complejos, ni marchas, ni leyes; todo aquello puede ayudar pero no solucionará
el problema.
Ø Deberíamos combatir el Ejercicio Ilegal de la Nutrición a
través de la información, la difusión, mostrando a todo nivel lo que una
Nutrición profesional es capaz de hacer por las personas, pero no solo en
términos Alimentarios sino también en términos Bioquímico-Nutricionales.
Ø Deberíamos hacer un mea culpa para terminar de ponernos
de acuerdo en algunas cuestiones básicas: los alimentos no son el único
vehículo de los nutrientes, existen fórmulas y suplementos que bajo ciertas
circunstancias son más poderosas que el alimento mismo; conocer el peso y la
talla de una persona, no tiene utilidad alguna si se busca una intervención
eficiente, es mucho mejor conocer la composición corporal obtenida a partir de
instrumentos estandarizados; la bioquímica debe ser la madre de todas nuestras
intervenciones de modo que puedan ser más eficientes y concretas.
Ø Es bueno que todos tengan conceptos generales de
alimentación (que en la práctica se dan y se venden en todo lugar), pero el
concepto, el análisis, la práctica y la decisión de Nutrición es exclusiva del
Nutricionista/Nutriólogo.
Robinson Cruz
Director
IIDENUT
Nutricionista
Clínico
Especialista
en Bioquímica Nutricional
Referencias
Bibliográficas
2.
Heimerdinger Antonio Clemente. Intrusismo y
ejercicio de la medicina. Gac Méd Caracas [Internet]. 2001 Oct
[citado 2016 Abr 08] ; 109( 4 ): 541-545. Disponible
en: http://www.scielo.org.ve/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0367-47622001000400011&lng=es.
3. Ley N°
28538. Ley que modifica los artículos 290° (Ejercicio ilegal de la Medicina) y
363° (Ejercicio Ilegal de la Profesión) del Código Penal Peruano.
DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS
En
IIDENUT rechazamos rotundamente aquellas prácticas asociadas con el uso
inapropiado de la información con fines comerciales. Nuestros estándares éticos
nos impiden aceptar, difundir o parcializarnos subjetivamente con producto o
práctica alguna que vaya en contra o distorsione la labor científica del
nutricionista
"Lo barato sale caro" Inicio mi comentario para referirme a las personas que buscan orientación de personeros no preparados a tal fin creyendo que les va resolver el problema, pero lamentablemente terminan en manos de los verdaderos especialistas en algunos casos a tiempo para ser rescatados, en otros no. Es deber del Profesional en Nutrición hacer respetar sus espacios para eso nos formamos, para orientar, educar, supervisar, evaluar, planificar, dentro de otras funciones que nos competen a los Nutricionistas para garantizar una adecuada Alimentación y poder así tener una mejor calidad de vida. NO AL INTRUSISMO.
ResponderEliminarEsta conversacion nos debe animar al profesionalismo....
ResponderEliminarEl intrusismo cada día va avanzando, es responsabilidad del nutricionista, velar por la salud de toda la población, y cómo se puede alcanzar esto...mediante la
ResponderEliminarunión de todos los profesionales nutricionistas, que se encuentran las en las diferentes provincias, departamentos, estados o países; para juntos, buscar estrategias que permitan dar solución a los diferentes problemas de salud que la población esté atravesando.....