Es incorrecto desde cualquier punto de vista, sin
embargo, se hace. A pesar de que la pregunta puede parecer tonta, irrelevante y
hasta capciosa, insuficiente desde cualquier ángulo como para motivar la
construcción de una nota al respecto, en la actualidad se hace. A pesar de que
hoy en día existe disponible a nivel comercial una variedad abrumadoramente
grande de fórmulas para uso enteral, la comida licuada se sigue empleando para
nutrir, vía sonda, a pacientes con patologías de diferentes grados de complejidad;
en el colmo de los casos, se espera que el paciente se complique para, recién
en ese momento, iniciar el uso de fórmulas especializadas.
La comida licuada es llamada de mil maneras:
fórmula artesanal, fórmula institucional, fórmula alimentaria modificada,
alimentación modificada nutricional y así sucesivamente, sin embargo todos
estos términos hacen referencia a lo mismo, alimentos que han sido fraccionados
y diluidos para pasar por una sonda, pero nada más. Con lo escrito, no queremos
restarle importancia a la comida, lo que sucede es que el alimento posee
características bioquímicas y nutricionales que no siempre son útiles para
fortalecer con rapidez el Estado Nutricional de un paciente complicado.
La comida licuada no nos permite hacer modificaciones
en la estructura bioquímica de los macronutrientes, sobre todo en el caso de la
proteína, esta siempre será polimérica; en el mejor de los casos, con el
licuado se consigue fraccionarla pero no digerirla. La fórmulas especializadas
ponen a nuestra disposición, además de
la proteína, lípidos y carbohidratos con diferente estructura bioquímica
(polimérica, semi-elemental o elemental) (tabla 1). Esto permite que nuestra
Nutrición se ajuste mejor a las características funcionales del Aparato digestivo
del paciente. Por ejemplo, si tenemos pacientes con fallas en la liberación de
bilis, debemos emplear Triglicéridos de cadena media (TCM) que no requieren
bilis para ser emulsionados; no hay forma de encontrarlos en los alimentos
porque son moléculas sintéticas (elaboradas en un laboratorio)(1).
Tabla 1.
Características de los nutrientes según tipo de fórmula
Poliméricas
|
Oligomonoméricas
|
||
Macronutrientes
|
Peptídicas
|
Elementales
|
|
Proteínas
|
Caseinato
sódico
Caseinato
cálcico
Lactoalbúmina
Proteína
de soja
|
Hidrolizado
de caseína
Hidrolizado
de soja
Hidrolizado
de lactoalbúmina
|
Aminoácidos
libres
|
Lípidos
|
Grasa
animal
Aceite
de canola
Aceite
de maíz
Aceite
de semilla de soja
|
Aceite
de girasol
Aceite
de Coco
Aceite
de maíz
Aceite
de semilla de soja
|
TCM
|
Carbohidratos
|
Dextrinomaltosa
Polimeros
de glucosa
Almidón
de maíz
Sacarosa
|
Hidrolizado
de almidón
Oligosacáridos
de glucosa
|
Fructuosa
Sacarosa
|
Fuente: Modificado de Del Olmo D.
Productos dietéticos para usos nutricionales específicos. En: Planas M, Alvarez
J, Culebras J, García. León M. Maldonado J. Mesejo A. Montejo J (ed). Tratado
de Nutrición Tomo IV Nutrición Clínica de Angel Gil. Madrid: Médica Panamericana.
2010 (2)
La comida licuada no nos permite manipular con
precisión la cantidad de proteína que se le brindará a un paciente sobre todo
cuando sus necesidades son altas y/o existe restricciones para el consumo de
uno u otro aminoácido. En la cirrosis, por ejemplo, el requerimiento de
proteína no solo puede ser alto, sino que además la proteína debe proporcionar
una mayor cantidad de aminoácidos ramificados que aromáticos, es decir, se
debería priorizar el uso de proteína vegetal. ¿Ha pensado cuánto alimento se
necesitaría para cubrir 90 g de proteína vegetal y cuáles son las posibilidades
que un paciente complicado pueda comer ese volumen de alimento? Con una fórmula
especializada, este requerimiento se puede cubrir con suma facilidad.
La comida licuada contiene elementos que pueden
incrementar la osmolaridad del preparado final de manera importante, sin
embargo, es prácticamente imposible determinar con precisión la osmolaridad de
un licuado. La Osmolaridad es un escollo difícil de sortear cuando hablamos de
alimentación intra-intestinal. El intestino no admite osmolaridades altas (máximo
300mOsm) y la comida licuada por sus problemas de sedimentación suele ser
administrada en bolos lo que incrementa el riesgo de diarrea osmótica (es
difícil determinar hasta cuánto podría subir la osmolaridad de un licuado). Una
manera de reducir la osmolaridad de la comida licuada es diluirla o
proporcionar menor cantidad de la misma, con lo cual, el paciente suele recibir
menos volumen del que necesitaría y por tanto, menos energía y nutrientes. Las
fórmulas especializadas poseen una osmolaridad conocida que permite
administrarlas con seguridad garantizando un mayor aporte nutricional
La comida licuada, sobre todo la administrada por
sonda, debe tener una densidad energética menor a 1, es decir debe proporcionar
como máximo 1 caloría por cada centímetro cúbico porque de otra manera no
podría fluir con facilidad a través de la sonda. La densidad es un parámetro, particularmente
importante en pacientes con demandas altas de energía y/o restricciones
importantes en el volumen permitido como es el caso de los pacientes renales,
cardiópatas, con fístulas o desnutrición. ¿Cómo haríamos para proporcionarle,
solo con comida, 2000 kcal a un paciente que no puede recibir más de 1000 cc
por día? Peor aún, ¿Cómo administramos 2000 kcal a este mismo paciente si,
además, tiene una restricción importante de proteína? Con comida licuada es
imposible, sin embargo, contamos con fórmulas de densidad 2 y con aporte
reducido de proteinas.
No obstante lo citado, la comida licuada se emplea
y se emplea mucho más de lo que debería. Alguien podría indicar que usar una
fórmula especializada es una herramienta facilista, sin embargo, no es así.
Seleccionar la fórmula más adecuada y administrarla de manera apropiada es un
tema que demanda mucha preparación y estudio: cuando se cuenta con estos dos
aspectos la selección se hace sencilla y la recuperación del paciente se logra
con rapidez; si no se cuenta con estos pilares, el empleo de una fórmula
podría, por el contrario, complicar la situación clínica del paciente (3).
Qué ha pasado para que en pleno siglo XXI se sigan
empleando los mismos productos que se empleaban hace más de 50 años. ¿Por qué
se sigue empleando comida licuada? Es una respuesta difícil de responder. ¿No se
conoce, acaso, suficiente sobre ellas? ¿No se sabe emplearlas? ¿Existe alguna
especie de prejuicio o temor en relación a su uso? ¿Los propios Nutricionistas/Nutriólogos
no estamos lo suficientemente convencidos que un paciente podría vivir y
recuperarse consumiendo solo fórmulas especializadas? La priorización del uso
de comida cuando el tracto gastrointestinal está integro no siempre es una
buena decisión porque como hemos descrito líneas arriba la comida no nos
permite todas las manipulaciones en cuanto al aporte nutricional que las
fórmulas especializadas, si permiten.
El único objetivo de esta nota es hacer un llamado
a la conciencia colectiva de los Nutricionistas/Nutriólogos acerca de la
importancia del conocimiento y el uso de fórmulas especializadas de Nutrición
Enteral. En las farmacias hospitalarias existe cada vez menos variedad de estos
productos debido al poco requerimiento que se hace de las mismas, algo que es
sumamente irónico, porque se ha demostrado por todo el mundo que es más barato
brindar nutrición enteral durante 5 días que mantener hospitalizado a un
pacientes durante un mes; se ha demostrado que mientras mejor es el Estado de
Nutrición más rápido se da el alta; se ha demostrado que mientras mejor es el
Estado de Nutrición, menor será la cantidad de antibióticos empleado; se ha
demostrado que mientras mejor es el Estado de Nutrición hay menor riesgo de
recaidas.
Finalmente y desde el punto de vista Ético, la
obligación del Nutricionista/Nutriólogo (dependiendo de la denominación del
país) es agotar todos sus esfuerzos para conseguir la mejor herramienta disponible
para la recuperación de su paciente. Los Nutricionistas/Nutriólogos son
profesionales cuya mayor virtud es tener la capacidad de convertir un
requerimiento nutricional (gramos de esto o aquello) en una cantidad
determinada de fórmula, alimento o suplemento. Lamentablemente, si nuestro
convencimiento no es lo suficientemente fuerte como para exigir la presencia de
formulas especializadas en los hospitales, la poca demanda de estos productos
hará que paulatinamente desaparezcan del mercado, con lo cual, la recuperación
de los pacientes se verá afectada dramáticamente. Recuerde que una fórmula bien
elegida y bien administrada puede hacer que un paciente se recupere en cuestión
de días, una fórmula mal seleccionada o el uso de comida licuada puede alargar innecesariamente
el tiempo que requiera la recuperación de un paciente.
Se ha preguntado ¿Cuántos pacientes podrían estar
siendo “desahuciados” cuando en realidad lo único que necesitan es una adecuada
repleción Nutricional? Se ha preguntado ¿cuántos de sus pacientes con cáncer,
podrían haber tenido desenlace final menos dramático si se hubiesen encontrado
bien nutridos? Estas líneas se han escrito con único objetivo de levantar la
voz sobre un hecho concreto: el uso de fórmulas especializadas; dejemos de
vivir en el mundo al revés, teniendo cerca herramientas tan potentes para
salvar vidas, empleémoslas más intensamente; el paciente se lo agradecerá,
literalmente con su vida.
Referencias
Bibliográficas
1.
Valenzuela B Alfonso, Sanhueza C Julio, Nieto K Susana. EL USO DE
LÍPIDOS ESTRUCTURADOS EN LA NUTRICIÓN: UNA TECNOLOGÍA QUE ABRE NUEVAS
PERSPECTIVAS EN EL DESARROLLO DE PRODUCTOS INNOVADORES. Rev. chil. nutr.
[revista en la Internet]. 2002 Ago [citado 2013 Ago 19]
; 29(2): 106-115. Disponible en: http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0717-75182002000200005&lng=es.
http://dx.doi.org/10.4067/S0717-75182002000200005
2.
Modificado de Del Olmo D. Productos dietéticos para
usos nutricionales específicos. En: Planas M, Alvarez J, Culebras J, García.
León M. Maldonado J. Mesejo A. Montejo J (ed). Tratado de Nutrición Tomo IV
Nutrición Clínica de Angel Gil. Madrid: Médica Panamericana. 2010.
3.
Cruz R, Herrera T. Procedimientos Clínicos para la
Atención Nutricional en Hospitalización y en Consulta. 1ª Edición. Lima: Fondo Editorial IIDENUT. 2014.
Robinson
Cruz
Director
IIDENUT
Nutricionista
Clínico
Especialista
en Bioquímica Nutricional
DECLARACIÓN
DE PRINCIPIOS
En
IIDENUT rechazamos rotundamente aquellas prácticas asociadas con el uso
inapropiado de la información con fines comerciales. Nuestros estándares éticos
nos impiden aceptar, difundir o parcializarnos subjetivamente con producto o
práctica alguna que vaya en contra o distorsione la labor científica del
nutricionista
Muy de acuerdo con lo expresado en el articulo. A pesar que mi actividad profesional no es la clinica individual, entiendo perfectamente y apoyo el empleo de formulas especializadas, pues nos ofrece un amplio rango de maniobra para enfrentar la necesidades nutricionales de personas con problemas para la digestion. Las modificaciones fisicas a los alimentos, no son suficientes, tenemos que echar mano de modificaciones quimicas, para facilitar la fisiologia y bioquimica nutricional de la persona afectada. Como Nutriologo, y miembro del Colegio de Nutricionistas del Peru, insto a todos los colegas, que necesitan aplicar terapias con formulas especializadas, a demandar a sus instituciones les provean de las mismas, pues son parte de las herramientas que debemos emplear para coadyuvar a salvar vidas y, por que no, y justificadamente, disminuir costos. Todo esta demostrado.
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