martes, 19 de febrero de 2019

ANGULO DE FASE: PRECISIÓN Y USO CLÍNICO


La impedancia eléctrica es una medida física que describe la oposición que se genera en un conductor determinado al paso de la corriente eléctrica; sin esta medida, no se podría entender el funcionamiento de dispositivos eléctricos ni electrónicos. La impedancia eléctrica, como se desprende de lo citado, no es una medición que nació dentro del área de la salud y aunque se conoce desde mediados del siglo XIX, recién en la década de 1960 el físico fránces Thomasset la adecua para ser empleada en tejidos biológicos; en ese momento nace la Impedancia Bioelectrica (1)-bio por medirse en tejidos vivos-.

Si al cuerpo humano se le introduce una pequeña corriente eléctrica alterna por un extremo a través de un emisor y luego se mide cuanto es lo que llega a un receptor ubicado en el otro extremo, la diferencia entre ambas medidas se denominará Impedancia (Z), cuya fórmula matemática se expresa de la siguiente manera: (Z)2 =(R)2 + (Xc)2. Ahora bien, el valor de esta disminución (la cantidad de corriente que no llegó al receptor) obedecerá a la interacción de 2 elementos en el cuerpo: la resistencia (R) y la reactancia (Xc).

La resistencia (R) representa el valor de oposición, resistividad o mala conductividad del medio; es decir, si un tejido tiene más agua la resistencia al paso de la corriente alterna será menor y si el tejido tiene menos agua la resistencia al paso de la corriente alterna será mayor; el tejido graso y óseo contienen poca agua, son malos conductores (alta resistencia); mientras que el tejido muscular (rico en agua intracelular), los fluidos intra y extracelulares son muy buenos conductores (baja resistencia) (2). La reactancia (Xc), por otro lado, está dada en función del número de interfases celulares que la corriente alterna deba atravesar; es decir, que mientras mayor sea el número, el tamaño y la integridad de las membranas celulares del cuerpo, mayor será la reactancia; por esta razón, la reactancia es una medida del estado nutricional del individuo. 



Las diferencias entre R y Xc se pueden graficar mediante curvas que describen ondas o elipses. Cuando estas diferencias son llevadas a grados, aparece el ángulo de fase o ángulo fase (φ). Este está directamente relacionado con el valor de la reactancia, es decir, depende de las características de las membranas celulares, por ende, del estado nutricional real del individuo. Los valores máximos y más precisos del ángulo fase se obtienen alrededor de 50khz y van descendiendo conforme los valores se alejan para arriba o por debajo de 50khz.

Desde la década de 1980 en adelante, los equipos de bioimpedancia han ido mejorando sustancialmente. En la actualidad contamos con tres sistemas básicos: la bioimpedancia convencional (BIA), la bioimpedancia mono frecuencia vectorial (BIVA) y la bioimpedancia multifrecuencia espectroscópica (BIS). La BIA es la forma más común de impedancia disponible; los equipos son diversos (balanzas con impedancia); utilizan fórmulas matemáticas que suelen relacionar la altura del sujeto con la resistencia medida a 50khz; las ecuaciones no son fáciles de identificar y no están validadas para todas las condiciones clínicas (desnutridos severos, obesos mórbidos o personas edematizadas); muchos de estos equipos utilizan frecuencias de 5 khz por lo que en la práctica solo miden la resistencia. La BIVA requiere de equipos más especializados más costosos, que no miden peso como las balanzas; permite construir un vector de impedancia con la resistencia y reactancia obtenidas a la frecuencia de 50 khz; cuando los resultados son comparados con datos de una población sana se puede llegar a conclusiones relativamente seguras sobre el estado de nutrición e hidratación del individuo; los equipos que llevan a cabo estas mediciones son monofrecuencia. La BIS son equipos mucho más costosos y especializados; pueden ofrecer hasta 8 electrodos para ser colocados en el cuerpo; son los denominados bio-escáner; utilizan modelos empíricos de regresión lineal a diferentes frecuencias como 1, 5, 50, 100, 200 500 y más; estos aparatos son precisos para diferenciar los niveles de hidratación (3).

La determinación del ángulo fase es sumamente importante para la evaluación y el monitoreo de la evolución clínico nutricional de un paciente. Aunque todavía no existen valores de referencia ampliamente aceptados, contamos con estudios que han tratado de caracterizar el comportamiento del ángulo fase en poblaciones de individuos aparentemente sanos. En la tabla 1 se puede ver los resultados de un estudio que comparó los resultados de ángulo fase en una población aparentemente sana de Estados Unidos y Alemania, agrupadas por sexo y grupo etario (4). Vale la pena citar algunos hechos puntuales: a) las diferencias entre las poblaciones son evidentes (la población americana mostró un ángulo fase más alto); b) los hombres siempre tienen un ángulo fase mayor a aquel de las mujeres; c) el ángulo fase va disminuyendo conforme avanza la edad.


Tabla 1. Valores ángulo fase en población americana y alemana sana

Edad (años)
Varones
Mujeres
N
Angulo fase americanos
N
Angulo fase Alemanes
N
Angulo fase Americanas
N
Angulo fase Alemanas
18-19
17
7.90
115
6.82
20
7.04
1052
5.93
20-29
178
8.02
614
6.89
171
6.98
8307
5.98
30-39
178
8.01
639
6.66
242
6.87
10162
6.03
40-49
121
7.76
464
6.46
165
6.91
8691
5.96
50-59
106
7.31
294
6.24
205
6.55
3408
5.73
60-69
111
6.96
218
5.77
180
5.97
1106
5.51
> 70
121
6.19
86
5.11
152
5.64
276
5.12
Fuente: Modificado de referencia 4


En ángulo fase también tiene un valor de evaluación, predicción y monitoreo muy alto. Estudios llevados a cabo en diferentes tipos de pacientes han mostrado, como se describe en la tabla 2, que mientras más alto es el ángulo de fase, las tasas de sobrevida son mucho mayores.

Tabla 2. Valores referenciales de ángulo fase en diferentes patologías

Tipo de patología
Valor del ángulo fase
Correlación
Cáncer colorectal
≤ 5.7
Media de sobrevida 8 meses

> 5.7
Media de sobrevida 40 meses
Cáncer avanzado de pulmón
≤ 5.3
Media de sobrevida 7.6 meses

> 5.3
Media de sobrevida 12.4 meses
Cáncer de mama
≤ 5.6
Media de sobrevida 23.1 meses

> 5.6
Media de sobrevida 49.9 meses
Cáncer de mama
≤ 5.0
Media de sobrevida 6.3 meses

> 5.0
Media de sobrevida 10.2 meses
Infección por VIH
> 5.6
Mejor tasa de sobrevida
Enfermedad hepática
> 5.4
Mejor tasa de sobrevida
 Fuente: Elaborado a partir de referencia 4


La potencia del ángulo fase para detectar cambios en la composición corporal de un individuo es capaz de diferenciar una situación patológica de una normal. Las fórmulas empleadas por el BIA no están validadas para adultos con muy bajo peso (IMC < 17 Kg/m2), obesidad (IMC > 33.8 kg/m2) ni edematizados, por esa razón, un estudio comparo con sus respectivos controles los resultados del AF para 3 grupos de mujeres: un grupo de mujeres con anorexia nervosa, un grupo de mujeres delgadas constitucionales y un grupo de mujeres bailarinas de ballet. Los resultados arrojaron un valor de ángulo fase muy bajo para las mujeres con anorexia nervosa, un valor de ángulo fase promedio normal para las mujeres delgadas constitucionales y un valor de ángulo fase alto para las mujeres bailarinas de ballet.

Una ventana todavía más prometedora se viene desarrollando en la evaluación del estado de hidratación de individuos sometidos a diálisis. El cálculo del peso seco en estos pacientes es una variable de vital importancia para la evolución favorable de los mismos. Estudios han detectado que hasta un 10% de pacientes normotensos podrían presentar sobrehidratación e incluso, la presencia de edema podría ser más alta de lo que cree; el edema se hace evidente cuando el agua intersticial crece un 30% por encima de lo normal lo que representa un estado de sobrehidratación de entre 4-5 litros (5).






Robinson Cruz
Director IIDENUT
Nutricionista Clínico
Especialista en Bioquímica Nutricional






Referencias Bibliográficas
1.       Cruz R. Herrera T. Evaluación Nutricional del Niño. En: Cruz R. Fundamentos de la Nutriología Pediátrica I. 1ª Edición. Lima, 2010 
2.       Sánchez-Iglesias Andrés, Fernández-Lucas Milagros, Teruel José L.. Fundamentos eléctricos de la bioimpedancia. Nefrología (Madr.)  [Internet]. 2012  [citado  2019  Feb  18] ;  32( 2 ): 133-135. Disponible en: http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0211-69952012000200001&lng=esSarroca M, Acebes A. Litiasis Renal. AMF 2015;11(6):314-323
3.     Alvero J, Correas L, Ronconi M, Fernández R, Porta J. La bioimpedancia eléctrica como método de estimación de la composición corporal: normas prácticas de utilización. Rev Andal Med Deporte. 2011;4(4):167-174
4.     Llames L., Baldomero V., Iglesias M. L., Rodota L. P.. Valores del ángulo de fase por bioimpedancia eléctrica: estado nutricional y valor pronóstico. Nutr. Hosp.  [Internet]. 2013  Abr [citado  2019  Feb  11] ;  28( 2 ): 286-295. Disponible en: http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0212-16112013000200004&lng=es.  http://dx.doi.org/10.3305/nh.2013.28.2.6306.
5.     Arias M. La bioimpedancia como valoración del peso seco y del estado de hidratación. Dial Traspl. 2010;31(4):137–139





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