1. La Nutrición Clínica es la
Nutrición del Individuo. La
Nutrición Clínica estudia los cambios en el Estado de Nutrición que se
presentan en un individuo tanto aparentemente sano como enfermo; estudia la
forma en que los nutrientes y los vehículos que tenemos para suministrarlos (alimentos,
fórmulas o suplementos) modifican estos cambios; estudia además, los mecanismos
bioquímicos, fisiológicos, fisiopatológicos y, en menor medida, ambientales que
dan lugar tanto al cambio mismo como a su corrección. Sin un conocimiento más o
menos sólido de lo que sucede en el individuo normal es difícil explicar
cambios a nivel de grupos o en individuos con modificaciones metabólicas como
los deportistas.
2. Nutrición Clínica no es sinónimo
de Nutrición Hospitalaria.
Por años se ha pensado que el único lugar posible donde se puede ejercer la
Nutrición Clínica es dentro del ámbito hospitalario, incorrecto. La Nutrición Clínica
se puede desarrollar en cualquier lugar, en casa, en un gimnasio, en un centro
de atención primario o hasta en una
campaña de salud en plena calle. Obviamente, el nivel de conocimiento y
especialización que se requiere en cada caso es diferente, sin embargo, cada
vez que se evalúa a un individuo, sin importar donde se desarrolle esta evaluación,
hablamos de Nutrición Clínica.
3. Las políticas de Nutrición
Pública suelen fracasar cuando no se toman en cuenta conceptos básicos de
Nutrición Clínica.
La Nutrición Pública estudia los mecanismos necesarios para desarrollar cambios
a nivel poblacional, es decir, en grupos de individuos. A pesar de que estas
políticas puedan estar bien diseñadas en cuanto a los mecanismos de focalización,
comunicación, monitoreo, retroalimentación, entre otros aspectos, son un
perfecto fracaso si no se toman en cuenta conceptos básicos de Nutrición
Clínica. Por ejemplo, se desarrolla una campaña a base de recetas económicas
cuyo objetivo es combatir la anemia ferropénica; se confeccionan recetarios que
incluyen preparaciones que combinan lácteos con diferentes fuentes de hierro;
se distribuyen ampliamente y las recetas tienen una altísima aceptación dentro del
público; después de 6 meses de trabajo no hay resultados positivos.
Diagnóstico: no se tomó en cuenta un concepto básico de Nutrición Clínica: el
calcio presente en los lácteos afecta la biodisponibilidad del hierro.
4. Las adaptaciones metabólicas en
el deportista parten de un escenario metabólico general estudiado por la Nutrición
Clínica. Los deportistas
de elite desarrollan cambios metabólicos extraordinarios dentro de sus cuerpos.
Los deportistas no profesionales desarrollan cambios similares pero a una
intensidad menor. Ahora bien, profesionales o no, los deportistas afrontan
cambios metabólicos que parten de una realidad estándar, aquella del sujeto
promedio estudiado por la Nutrición Clínica. Por esa razón, una sólida base
clínica es extremadamente útil para entender una adaptación significativa del
cuerpo en el contexto del deporte.
Más
allá de las razones citadas, en el Perú como en todo el continente todavía no
está del todo claro cuál debe ser la formación básica del profesional de la
Nutrición, quizás en parte, porque es una ciencia relativamente joven en pleno
proceso de maduración. Si bien es cierto, la Nutrición Clínica es la base de la
formación general del profesional de la Nutrición, es indispensable que las sub-especialidades
de esta carrera se afiancen mucho más: La Nutrición Clínica tanto en el niño
como en el adulto (una cosa es la formación básica y otra especializarnos en
esta área), la Nutrición Pública, la Nutrición Aplicada al Deporte y la Gestión
en producción de Alimentos
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