domingo, 29 de marzo de 2015

¿Por qué un profesional de la Nutrición debe conocer de Interacción Fármaco Nutriente?

Los estudios de interacción fármaco Nutriente son relativamente nuevos; aunque los primeros reportes sobre el tema datan de hace unos 50 años, recién con el nuevo siglo la investigación en el área se sistematizaron e intensificaron. En la actualidad, esta es un área del conocimiento que crece exponencialmente de manera proporcional al número de nuevos medicamentos que aparecen en el mercado y a la mejora en el conocimiento sobre las funciones y efectos de los nutrientes y no nutrientes, respectivamente.  No obstante lo dicho, este tema sigue siendo subestimado a pesar de la enorme utilidad preventiva y de tratamiento que puede proporcionarle al profesional de la Nutrición. A continuación describimos 4 razones por las cuales un profesional de la Nutrición debería conocer de interacción fármaco nutriente. 

1. Saber de farmacología no significa saber de interacción fármaco Nutriente. Definitivamente, entender de farmacología es el primer paso para entender de interacción fármaco nutriente, sin embargo, no es suficiente. Con la farmacología uno puede entender la acción y el efecto de los medicamento pero no entender los mecanismos que permiten la acción y el efecto de los Nutrientes; incluso con un conocimiento amplio de farmacología, es difícil que un profesional pueda detectar un evento de interacción fármaco nutriente si no conoce de manera adecuada los mecanismos bioquímicos que permiten la utilización orgánica de los nutrientes.    
  
2. Los medicamentos pueden depletar considerablemente un número significativo de nutrientes. Los medicamentos están diseñados para combatir los cambios bioquímicos que dan origen a las enfermedades, no obstante, debido a sus características particulares o la forma misma en que actúan pueden afectar las características naturales de los nutrientes. Por ejemplo, las estatinas, un grupo de medicamentos empleados para reducir el colesterol, pueden reducir significativamente la absorción de vitaminas liposolubles; antibióticos como el ciprofloxacino o la tetrataciclina pueden quelar el hierro y el calcio presente en los alimentos; o los depresores de la producción de ácido gástrico como el omeprazol o la ranitidina pueden afectar la digestibilidad de las proteinas presentes en los alimentos


3. Los nutrientes o los alimentos pueden afectar las características normales de los medicamentos. Los nutrientes o los alimentos, así como el estado de Nutrición pueden afectar las características cineticas (liberación, absorción, distribución, metabolización y excreción) de los medicamentos. Por ejemplo, el consumo de captopril (antihipertensivo) junto con los alimentos puede reducir la absorción del medicamento hasta en un 40%; el diacepam (ansiolítico) tiene un porcentaje de unión a las proteínas mayor al 95% lo que significa que si una persona con  hiproproteinemia consume una dosis estándar podría presentar un efecto excesivo del medicamento; la atorvastatina (antihiperlipemiante) consumida con fuentes de vitamina C o uva podría generar rabdomiolisis,  



4. Existen situaciones en las cuáles ciertos los alimentos pueden potenciar la acción. Existen alimentos que poseen sustancias no nutritivas capaces de producir efectos orgánicos diversos, los cuales sumados a la acción farmacológica de los medicamentos pueden producir eventos de antagonismo o sinergismo; en algunos casos muy severos. El ajo posee sulfidos anticoagulantes sumamente potentes; se ha demostrado que consumir un diente (4g) de ajo diario  puede duplicar el tiempo de sangría lo cual potenciaría el efecto del medicamentos anticoagulantes como la warfarina; el consumo de salsa de soya (contiene aminas presoras) puede antagonizar con el uso de hipotensores como el nifedipino.

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